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La proteína pierde peso en el mundo hosltein

 n un determinado país el toro X encabeza el ranking. ¿Qué me indica acerca delas bondades de ese toro? ¿También será un toro puntero en otro país? Aparte de la posibilidad de convertir las pruebas genéticas entre paises, también dependerá en gran medida de los "ingredientes" de los índices de selección utilizados en cada país que servirán como criterio de selección para muchos ganaderos y para genetistas en sus cálculos y estimaciones. Esto funciona muy bien a nivel interno pero la comparación entre los índices resumen de los distintos países resulta casi imposible debido a la gran diversidad de criterios aplicados en su composición como podemos ver en el Gráfico 1

 Tradicionalmente la mejora genética se asienta en un planteamiento a largo plazo y en que para obtener unos resultados satisfactorios es necesario fijar unos objetivos concretos. Estos objetivos se basan en hipótesis que han sido estables durante mucho tiempo y que según parece, a nivel mundial van cambiando adquiriendo mayor importancia los componentes que afectan a la longevidad y salud en general. Como podemos ver en Tabla 1, la evolución de la importancia a nivel mundial de los pesos de producción están dando paso a otros que pretenden maximizar longevidad, manejo y salud de ubre.

 Decimos esto a raíz de los cambios profundos que se han producido en los índices utilizados en algunos paises. Un ejemplo de ello es ISU, índice total francés, que estaba compuesto por un 70% de producción, un 25% en tipo y un 5% en velocidad de ordeño pero que a partir de Junio la distribución de los pesos ha cambiado repartiendo un 50% para tipo, longevidad, fertilidad y salud de ubre; la otra mitad corresponde a pro- ducción entrando los Kgs. de grasa con un 12,5%, así pues iel peso de la proteína se ha quedado en justo la mitad!.
    En otros paises, los cambios han sido menos radicales como con el LPI canadiense que asignaba un 60% a producción y el 40% restante a tipo. Después de Agosto, el énfasis en producción permaneció inalterado pero en el 40% restante la longevidad y salud de ubre ocuparon un hueco del 12%. En este caso los técnicos canadienses entienden longevidad o durabilidad como un agregado de sistema mamario (4x), pies y patas (3x), vida útil (2x), capacidad corporal (1 x). Por otra parte la salud de ubre combina células somáticas (con un factor negativo -6x), profundidad de ubre (3x) y velocidad de ordeño (1 x).

 El índice estadounidense TPI fue revisado en a finales del año pasado. Previamente estaba compuesto por un 67% en producción y un 33% en tipo. Ahora se ha añadido un componente de salud de ubre compuesto básicamente por vida productiva (90%) mientras que el conteo de células somáticas configura el 10% restante. A groso modo, los ratios finales del TPI quedan de la siguiente manera: (4x) producción, (2x) tipo y (1x) salud de ubre.
    Se espera que Italia también adopte cambios en su ILQM, que actualmente basa un 80% en producción y un 20% en tipo únicamente con rasgos lineales de ubre. En la nueva fórmula el componente de producción se reducirá en un tercio cediendo en a favor de rasgos funcionales como tipo global, ubre, patas y pies, longevidad y salud de ubre .En Holanda también están previstos cambios en esta línea según asegura Jacob Chardon, director del departamento de genética de CR Delta, que anuncia una mayor presión de selección en longevidad, salud y tipo.en una proporción de 2/3 producción: 1/3 longevidad y salud de ubres.

  También es interesante señalar que los criterios aplicados en algunos paises como Dinamarca, Suecia, Francia e Irlanda toman en consideración la fertilidad como valor genético relevante en sus índices resumen pese a su baja heredabilidad.     Resumiendo, esta tendencia a nivel mundial muestra el creciente interés del sector, y en especial del ganadero como último eslabón, que en su día a día demanda animales con menos problemas sacrificando un mayor progreso en producción.

    Fuente: artículo "Protein is losing ground to health traits". Revista Holstein International edición Mayo 2001.