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  • ¡ FINALIZA LA DIGESTIÓN !

    La función del omaso no está perfectamente definida, aunque se sabe que consta de un conjunto de láminas (similar a las páginas de un libro) entre las que circula el bolo alimenticio, con el fin de separar parte del material sólido y de absorber algunos componentes de las grasas llamados ácidos grasos volátiles.

    Luego, el bolo pasa al abomaso, donde se realiza principalmente el proceso químico. A continuación la ingesta pasará, a través del píloro, al duodeno y seguidamente al intestino. Por último, las heces son trasportadas al recto.

    En el recto ocurre una dilatación que produce movimientos musculares voluntarios. Estos abren los esfínteres que comunican el recto con el ano y se expulsan las heces.

    Observa la animación.

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    ¡RECUERDA!

    Tras la rumia, el alimento vuelve al rumen y luego al retículo, desde donde se envía al omaso. A partir de aquí se desarrolla la mayor parte de la acción química de la digestión.